Mundo Fobia.
La mayoría de las personas en el mundo sufren un determinado tipo de miedo. Si bien, la mayoría padecen miedos específicos a determinadas situaciones, y que se han englobado en nombres de fobias generales, en este blog recopilare aquellos miedos que sufren las personas en nuestro mundo.
lunes, 12 de marzo de 2012
Ataques de pánico.
Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. A menudo ocurren en los sitios menos esperados, como pueden ser en el supermercado, centros comerciales, en una reunión donde hay un grupo de personas, en una reunión social, mientras viaja, o mientas descansa en unas vacaciones.
En esta ocasión entrevisté a Elizabeth Quevedo una Empresaria que nos cuenta sobre los ataques de pánico, los tratamientos que usa y que ella también sufre y ha sufrido de ellos.
En esta ocasión entrevisté a Elizabeth Quevedo una Empresaria que nos cuenta sobre los ataques de pánico, los tratamientos que usa y que ella también sufre y ha sufrido de ellos.
lunes, 30 de enero de 2012
TIC, TAC, TIC, TAC.
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| Trabajo de arte hecho por Marcos Sousa |
El tiempo pasa y los segundos acontecen y hacen su tarea. Tú intentas no mirar al reloj, porque sabes que tu tiempo está contado y tienes miedo de tu obra sea olvidada, pero no es un miedo como cualquier otro: sientes verdadero pavor.
El reloj alzó sobre ti su condena y tú te sientes un tanto cuanto indefenso mientras tu hora se acerca irremediablemente. Tic, tac, tic, tac, los segundos pasan y el tiempo con ellos, tic, tac, tic, tac. Y con esos segundos, el mido total al paso del tiempo, se forma en tu interior. La condena del reloj, irremediable, te tiene atrapado.
| Foto tomada por Bárbara Contreras |
Cronofobia es el Miedo intenso al tiempo, se define como un persistente, anormal y injustificado miedo al paso del tiempo. Esta condición de miedo morboso por la duración o la inmensidad del tiempo está caracterizada por el pánico, la ansiedad y se la relaciona con la claustrofobia. También es llamada neurosis de las prisiones, ya que a menudo los presos la experimentan en algún grado cuando caen en la cuenta de la duración de su sentencia y lo lento que transcurre para ellos el tiempo, encerrados en prisión.
domingo, 11 de diciembre de 2011
Agorafobia
Agorafobia significa literalmente miedo a la asamblea pública o a la plaza pública, pero el término se usa generalmente para describir el miedo extremo a dejar la seguridad del hogar. Puede ser la manifestación de ansiedad o depresión grave, o puede aparecer en una persona que se encuentra bastante bien hasta que intenta aventurarse a salir. Estas personas suelen alegrarse de salir si hay alguien con ellos. La agorafobia es un problema extremadamente angustiante; el que lo sufre pierde libertad, confianza en sí mismo, autoestima y también sufre físicamente por la carencia de la luz del sol, del aire libre y de ejercicio.¿Qué es lo que siembra en la mente estas ideas traicioneras?
Cuando la agorafobia no forma parte de un estado general de gran ansiedad, las personas suelen recordar la primera vez que tuvieron estos extraños sentimientos. Un hombre contaba que tuvo un sentimiento idéntico cuando jugaba en la calle poco después de tener el sarampión. Entonces tenía seis años. Otro hombre contaba que lo tuvo por primera vez a los doce años, cuando en una excursión dominical con el colegio recibió un golpe con un bate de cricket. El sentimiento volvió otra vez cuando, ya de mayor, fue testigo de un accidente de circulación. A menudo, es cuando están en baja forma física cuando tienen el primer ataque de pánico fuera de casa; es muy típico tras una gripe.
Cuando los pensamientos van a favor tuyo
Si estás sentado en casa y decides jugar a tenis o salir a bailar, intenta pensar en lo que vas hacer, por ejemplo “Mis pelotas nuevas de tenis están arriba, telefonearé a María…”, o “Puede que Julia haya ido a bailar, fue divertido la última vez…”, etc. Esto libera en tu cerebro las sustancias químicas necesarias para que corras detrás de una pelota de tenis, bailes toda la noche o lo que sea. Piensa en ello: incluso antes de que abandones tu sofá, ya te está pasando, lo estás viviendo; es una idea excitante porque explicaría lo que ocurre en la agorafobia.
Cuando los pensamientos van en tu contra
Imagina de nuevo que estás sentado en casa y piensas con horror: “Tengo que ir a la reunión …, al supermercado…, a la tienda de la esquina…, a la fiesta”, “detesto salir…, nunca podré conseguirlo…, podría enfermar…, podría desmayarme.” ¿De que sirve que se inunda el cuerpo en respuesta a estos pensamientos? Sí, de adrenalina. Así el miedo que provocan estos pensamientos dispara la hiperventilación y entonces el pulso se acelera, sudas y los sentimientos más horribles invaden tu mente.
La agorafobia es un ataque de pánico en el exterior o ante la idea de salir de casa, y los diversos aspectos de los ataques de pánico: Respiración, nivel inestable de azúcar en la sangre y músculos tensos. Si los vigilas, has recorrido ya un buen trecho para curar tu agorafobia.
Esta entrevista fue realizada a la Lic. Elizabeth Quevedo.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Pánico en las noches
La historia brevemente contada a continuación es una narrativa de un hecho verídico, es el relato de una persona que padece ataques de pánico; asociados a fobias, en este caso a todo aquello que conlleve al estar encerrado y que se ha manifestado en una etapa de su vida cercana a la tercera edad. Según los entendidos; la causa asociada a estas anomalías está relacionada con eventos o hechos ocurridos en la infancia y que afloran como temores a muchas personas en la etapa de la adultez.
…Oh qué hora es; no sé pero veo el reloj que está en mi mesa de noche, veo y me doy cuenta que son casi las tres de la mañana, que sensación tan desagradable, está aquí otra vez, me despertó, su sacudida es el no entender como aparece tan repentinamente ese efecto que invade mi cuerpo, es el sentir el sabor del miedo a algo desconocido, mi palpitación se acelera no despierto a nadie para no interrumpir el sueño de los demás solo mi perro me acompaña, me observa parece preguntarse ¿cómo te ayudo? pero yo le digo a través de mi pensamiento nada puedes hacer soy yo el que puede resolver, por mi mente pasa un torbellino de imágenes, recuerdos, sentimientos sin sabores, nostalgias, desencuentros, falta de reconocimiento a mis actos, peleas, deudas, mis familiares y amigos muertos, todo aquello negativo que invade tu mente.
Pero de nuevo me repongo comienzo mi oración, salgo al balcón miro a mi alrededor veo los edificios sus luces, la tranquilidad de la noche que arropa mi vecindario y miro al cielo buscando respuestas al creador y le pido en ruego paz, sosiego, tranquilidad y sobre todo calma…el señor es mi pastor nada me falta y así repetir hasta el cansancio esperando que la armonía llegue a mi espíritu, sin embargo camino de un lado a otro hasta agotarme y no tomar algún medicamento que tal vez pueda ayudarme, de esos antiansiolíticos que dicen que estabilizan nuestros neuroquímicos que están desnivelados en nuestro cuerpo…de esta forma se va calmando de nuevo mi organismo pero no sin antes dejar esa resaca en tu cabeza que parece que te va estallar, procedo a calentar una taza de agua caliente para luego servirme una infusión tranquilizante que me ayudara de nuevo a buscar el descanso que anhelo volver a recuperar…y así poco a poco me voy quedando de nuevo dormido en un sillón o tal vez en mi cama convencido que he vuelto a vencer un ataque de pánico que aunque no todas las noche se presenta si me recuerda que existe en mi mente y que solamente se irá cuando yo lo decida y me desprenda de todos mi temores.
Este es el relato de un paciente que me lo conto solamente a mi…él es mi Padre.
martes, 29 de noviembre de 2011
El abordaje de las fobias desde el psicoanálisis.
Henry Casalta Contreras, Lic. en psicología, psicoanalista nos habla un poco sobre el tema de las fobias en su vida profesional y como han de tratarse, el define las fobias como un fenómeno psicológico que implica por un lado la aparición de sentimientos de angustia. La angustia se diferencia del miedo porque no existe una amenaza real de algo que temer o que ponga a la persona en peligro real. La angustia será un miedo irracional, a algo que no se conoce o que siendo conocido es exagerado. La fobia, será entonces un miedo irracional hacia algún objeto o situación en particular. Por ejemplo una claustrofobia a montarse en un ascensor o bien terror que cause un ratoncito.
Otra característica de la fobia, es que promueve una conducta inhibida; limita al individuo que preferirá subir doce pisos por la escalera o bien montarse sobre una mesa hasta que el ratoncito desaparezca.
También nos comenta sobre los tratamientos para afrontar esta enfermedad, manifestación o síntoma de otra cosa, puede ser desde la toma de ansiolíticos, hasta terapias de reeducación conductual. Estás últimas tratan a la fobia como un comportamiento susceptible de ser reeducado. Para el psicoanálisis, la fobia, es un mecanismo mediante el cual una gran angustia cambia de objeto, se desplaza a un objeto real, como un ascensor. Pero realmente ese miedo exagerado se relaciona a algo que no es consciente y que generalmente proviene de la niñez. Hablar entonces de los miedos en general pueden hacer desaparecer primero la fobia, es decir, el objeto real que despierta la angustia; luego abra que comprender el origen real de esa angustia.
Una de las fobias más comunes que ha tratado son: Fobias nocturnas, miedo a la oscuridad, fobia a la altura; y aquellas fobias más extrañas que ha tratado fueron: una situación de Fobia al acostarse, es decir fobia a la cama misma; El como psicoanalista piensa que hay tantas clases de fobias como personas las padezcan.
Henry le es interesante el tema de las fobias desde el punto de vista del psicoanálisis; nos cuenta una experiencia clínica que trato presente en este caso. Una persona que atravesaba una situación de separación, comenzó a sentir que no podía ni asomarse al balcón de su apartamento. Sentía que podría caer, al tiempo también temía a los ascensores. Y la misma sensación de caída la experimentaba a la hora de irse a la cama.
Hablando libremente de las situaciones fóbicas y relacionándolas con el hecho de su separación poco a poco dejó de tener tales ansiedades y pudo llevar otra vez una vida sin fobias.
Otra característica de la fobia, es que promueve una conducta inhibida; limita al individuo que preferirá subir doce pisos por la escalera o bien montarse sobre una mesa hasta que el ratoncito desaparezca.
También nos comenta sobre los tratamientos para afrontar esta enfermedad, manifestación o síntoma de otra cosa, puede ser desde la toma de ansiolíticos, hasta terapias de reeducación conductual. Estás últimas tratan a la fobia como un comportamiento susceptible de ser reeducado. Para el psicoanálisis, la fobia, es un mecanismo mediante el cual una gran angustia cambia de objeto, se desplaza a un objeto real, como un ascensor. Pero realmente ese miedo exagerado se relaciona a algo que no es consciente y que generalmente proviene de la niñez. Hablar entonces de los miedos en general pueden hacer desaparecer primero la fobia, es decir, el objeto real que despierta la angustia; luego abra que comprender el origen real de esa angustia.
Una de las fobias más comunes que ha tratado son: Fobias nocturnas, miedo a la oscuridad, fobia a la altura; y aquellas fobias más extrañas que ha tratado fueron: una situación de Fobia al acostarse, es decir fobia a la cama misma; El como psicoanalista piensa que hay tantas clases de fobias como personas las padezcan.
Henry le es interesante el tema de las fobias desde el punto de vista del psicoanálisis; nos cuenta una experiencia clínica que trato presente en este caso. Una persona que atravesaba una situación de separación, comenzó a sentir que no podía ni asomarse al balcón de su apartamento. Sentía que podría caer, al tiempo también temía a los ascensores. Y la misma sensación de caída la experimentaba a la hora de irse a la cama.
Hablando libremente de las situaciones fóbicas y relacionándolas con el hecho de su separación poco a poco dejó de tener tales ansiedades y pudo llevar otra vez una vida sin fobias.
| Henry Casalta |
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