Agorafobia significa literalmente miedo a la asamblea pública o a la plaza pública, pero el término se usa generalmente para describir el miedo extremo a dejar la seguridad del hogar. Puede ser la manifestación de ansiedad o depresión grave, o puede aparecer en una persona que se encuentra bastante bien hasta que intenta aventurarse a salir. Estas personas suelen alegrarse de salir si hay alguien con ellos. La agorafobia es un problema extremadamente angustiante; el que lo sufre pierde libertad, confianza en sí mismo, autoestima y también sufre físicamente por la carencia de la luz del sol, del aire libre y de ejercicio.¿Qué es lo que siembra en la mente estas ideas traicioneras?
Cuando la agorafobia no forma parte de un estado general de gran ansiedad, las personas suelen recordar la primera vez que tuvieron estos extraños sentimientos. Un hombre contaba que tuvo un sentimiento idéntico cuando jugaba en la calle poco después de tener el sarampión. Entonces tenía seis años. Otro hombre contaba que lo tuvo por primera vez a los doce años, cuando en una excursión dominical con el colegio recibió un golpe con un bate de cricket. El sentimiento volvió otra vez cuando, ya de mayor, fue testigo de un accidente de circulación. A menudo, es cuando están en baja forma física cuando tienen el primer ataque de pánico fuera de casa; es muy típico tras una gripe.
Cuando los pensamientos van a favor tuyo
Si estás sentado en casa y decides jugar a tenis o salir a bailar, intenta pensar en lo que vas hacer, por ejemplo “Mis pelotas nuevas de tenis están arriba, telefonearé a María…”, o “Puede que Julia haya ido a bailar, fue divertido la última vez…”, etc. Esto libera en tu cerebro las sustancias químicas necesarias para que corras detrás de una pelota de tenis, bailes toda la noche o lo que sea. Piensa en ello: incluso antes de que abandones tu sofá, ya te está pasando, lo estás viviendo; es una idea excitante porque explicaría lo que ocurre en la agorafobia.
Cuando los pensamientos van en tu contra
Imagina de nuevo que estás sentado en casa y piensas con horror: “Tengo que ir a la reunión …, al supermercado…, a la tienda de la esquina…, a la fiesta”, “detesto salir…, nunca podré conseguirlo…, podría enfermar…, podría desmayarme.” ¿De que sirve que se inunda el cuerpo en respuesta a estos pensamientos? Sí, de adrenalina. Así el miedo que provocan estos pensamientos dispara la hiperventilación y entonces el pulso se acelera, sudas y los sentimientos más horribles invaden tu mente.
La agorafobia es un ataque de pánico en el exterior o ante la idea de salir de casa, y los diversos aspectos de los ataques de pánico: Respiración, nivel inestable de azúcar en la sangre y músculos tensos. Si los vigilas, has recorrido ya un buen trecho para curar tu agorafobia.
Esta entrevista fue realizada a la Lic. Elizabeth Quevedo.

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